El nazareno es un espacio sin ruido. Un desafío vertical
Lo busco a tientas, entre la gente. Entre las miles
Han perforado su cuerpo. Por unas monedas, los hierros han
Abro los ojos. La persiana está cerrada. Pero no del
Doscientas cuarenta ventanas pequeñas y solo una abierta, como una
Asomadas todas al mismo espacio, ven pasar esa semana que,
Es en la Cruz Verde y es cada Lunes Santo,
Esta vez no lo sostiene en brazos, quizás porque
Frente al sometimiento del cuerpo a la ley universal de