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La sombra que habito

El nazareno es un espacio sin ruido. Un desafío vertical que estampa, lleno de luz contra el asfalto, su infinitud y su tiempo en la sombra. Roza continuamente contra las paredes de tela su soledad, y avanza como la aguja de un tiempo indefinido y eterno, que de pronto se detiene. Entonces, baja la mirada y puede contemplar la sombra de su alma.

Una sombra desnuda y sin bienes, que a sus ojos, es compañía y consuelo. La examina lleno de curiosidad y a punto está de hablar con ella, pero justo en el momento que sus labios van a despegarse… siente que ha estado a punto de sucumbir al trampantojo de la luz.

Ella es la sombra que habito.

Jaime Moreno es Historiador del Arte. Síguele en Twitter: @james_brown76