No debería costarnos tanto
Los nombres cambian. Las sensaciones mudan de piel. Los recuerdos crecen con nosotros, experimentan con nosotros, viven de nosotros.
Y llega un día en que lo entiendes. Un día en el que descubres que la percepción sólo es una pequeña parte de ese todo que siempre has defendido como cierto.
Y miras con tristeza al que ve tristeza dónde sólo hay felicidad. Y sientes pena por el que no ve más allá de las formas, los colores, la cantidad y la calidad. Y te preguntas por qué el mundo se empeña en hacerte creer que eres lo que posees, y no lo que sientes. Lo que puedes tocar, y no lo que has vivido, reído y llorado.
Llega un día en el que sonríes al entender lo que realmente significa atesorar.
Oscar es informático, síguele en Twitter: @Malleuus