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Tu cruz, único puente a la esperanza

Nunca queremos dar el primer paso. Que actúe el otro es la comodidad que se torna en indiferencia.

Él podrá hacer que todo cambie y romper los esquemas que nos han tenido presos de nuestros afanes.

Estira sus dos manos para darse. Abraza nuestras cruces soportando la madera de la alianza entre Dios y los hombres.

El Señor pasa. Y se tienden los puentes que cruzan del dolor a la esperanza. Su cruz nos ha liberado, siendo único puente vislumbrado.

Todo porque Él ha dado el primer paso.

Pablo Dominguez es estudiante de Ciencias Políticas. Síguele en Twitter: @PabloDominguezM