Amar sin ser correspondido
Dijo él: “¡Puntual vino la jarana
sacra! ¡Falsos e hipócritas cristianos!
Nunca faltas en desfiles mundanos…
mas siempre llegas tarde a mi ventana”.
Y dijo Él: “Haz tuya mi voz cercana:
no quiero ser carne para profanos,
burdo estandarte en combates paganos;
sólo Sol que te anuncie la mañana”.
Dijo él: “No se abraza mi alma a tu luz;
soy sombra errante penando su cruz:
te llamo y nunca te acuerdas de mí”.
Y dijo Él: “No puedo haberte olvidado;
si la sangre que lloran mi costado,
mis manos y pies… ¡es de Amor por ti!”
Dios pasará ante tu ventana. Sin vida. Dio todo a cambio de amar. Bendito loco del Amor. Aparta un solo instante de tus labios el eco tajante de la inmensidad. “Dios”, el mito que alimenta la fe. Mira al Hombre, a la luz ante la sombra.
Entre oraciones y plegarias, si le sientes; entre la indiferencia y el desprecio, si le detestas; pero no le prives en su triste epílogo de la infinita compasión de un abrazo amigo… Que ese Hombre, tan hombre, sufre la condena a muerte del corazón caliente: amar sin ser correspondido.
Miguel Gutiérrez es médico. Síguele en Twitter: @_MiguelGuti_